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centenario club se transformó en pesadilla hace 35 años después de que el Ejército turco invadiera la par- te norte de Chipre y partiera en dos la ciudad de Famagusta. La llegada de los soldados otomanos obligó a más de 45.000 habitantes de ori- gen griego a huir a toda velocidad y abandonar sus casas. Desde entonces, el acceso a bue- na parte de la urbe, que en la déca- da de los sesenta y principios de los setenta llegó a ser el orgullo de la industria turística chipriota, no está permitido a los ciudadanos helenos de la isla. Para contrarrestar los dolo- sos efectos de la invasión, una reso- lución de la ONU prohibió en 1984 cualquier asentamiento en dicha zona a personas que no sean sus habitantes originales, esto es, los greco-chipriotas. El Anorthosis resultó ser una más de las víctimas del conflicto entre turcos y griegos por la soberanía de Chipre ya que el distrito de Varos- ha, donde estaba ubicado el esta- dio GSE -Gymnastic Club Evago- ras-, quedó del lado otomano tras la ofensiva del ejército de la media luna. Hoy día permanece abandonado y es uno de los símbolos palpables de una irracional división contra la que lucha desde entonces en los terre- nos de juego el equipo que dirige Temury Ketsbaia. Separado de su querido hogar por una alambrada de espinos que man- tiene a Varosha como una localidad fastasma cuya playa de arena blan- ca no recibe turistas desde hace más de tres décadas, el Anorthosis, de tradición y raíces helenas, inició su particular diáspora junto a los 45.000 refugiados de la localidad. Después de ser acogido en diversos estadios de Limassol y Larnaka, el viejo club de lectura decidió poner fin a 12 años de peregrinación para esta- blecerse en Larnaka, donde cons- truyó el Antonis Papadopoulos. Pese a contar con la aprobación de la UEFA para disputar allí sus parti- dos de la Champions League, la ingente cantidad de peticiones de entradas para ver en la isla al Pana- thinaikos, Werder Bremen e Inter de Milán, unido a su reducido afo- ro -13.000 seguidores-, obligaron a los de Famagusta a hacer otra vez las maletas y emigrar, aunque esta vez de modo temporal, al GSP sta- dium de Nicosia -la capital de la isla, con el doble de capacidad. Hasta allí viajaron también los 'Maxh- tec' -luchadores en griego-, su fiel y ruidosa hinchada, que desde la ocu- pación turca de Famagusta vive dis- persa por las ciudades de influencia helena y cuyo mayor anhelo no es ver a su equipo alzándose con la corona continental, sino poder vol- ver algún día a casa y disfrutar otra vez del derbi con el Nea Salamina, el eterno enemigo deportivo que sigue viviendo al otro lado de la alam- brada. No es de extrañar por ello que los seguidores del Anorthosis aprove- charan las históricas visitas de su equipo a Milán, Bremen y Atenas para solicitar a través de pancartas y cánticos la reunificación de Chi- pre. UNA ESPECIE DE ONU SOLIDARIA La entidad que preside Chris Geor- giades también predica con el ejem- plo en lo que a integración y tole- rancia se refiere. El vestuario del conjunto chipriota es una auténtica ONU con albaneses, montenegri- nos, franceses, georgianos, brasile- ños, iraquíes, holandeses, griegos, húngaros, serbios, portugueses, pola- cos y chipriotas en donde reina el buen rollo y la camaradería. “Somos un equipo muy solidario y eso nos ha ayudado mucho a hacer tan buen papel en la Champions. Nos pro- pusimos ir partido a partido y tuvi- mos que superar ambientes tre- mendos, como el de Atenas cuan- do jugamos contra el Olympiacos. Pero el grupo hizo piña y estuvo siempre muy unido, a pesar de que en el equipo hay gente de trece nacionalidades. Eso fue decisivo. La afición también se volcó con nos- otros y después de cada partido nos recibía como a heroes. Cuando nos clasificamos para la fase de grupos, llegamos a las cinco de la mañana y allí estaban, invadiendo el aeropuerto llenos de felicidad y orgullo. El ambien- tazo que había no desmerecía en nada al que viví cuando gané la sép- tima Copa de Europa con el Real Madrid”, aseguraba el centrocam- pista brasileño Savio Bortolini, tres veces ganador de la Champions con el vigente campeón español y estre- lla indiscutible de este Anorthosis que aspira a seguir contribuyendo con sus éxitos sobre el césped a lograr que la paz y la hermandad vuelvan a reinar en la bella isla medi- terránea. 9 ABRIL 2009